He leído con interes pero con decepción el libro de TONI JUDT «Posguerra». Interés pues JUDT se vende hoy por la progresía de siempre como un adalid de la revisión social democráta. Decepción por el tratamiento de la figura de Juan Pablo II y -en concreto- su influencia en la caída del comunismo.
Los historiografía oficial se ha puestod e acuerdo en silenciar el papel de Juan Pablo II en la caída del comunismo y hacer liderar estre fenómeno a GORBACHOV. El caso de JUDT es evidente: sigue la línea «oficial». Pero esta «verdad oficial» contradice muchas fuentes. De entrada el propio GORBI que ha reconocido el papel determinante de JUAN PABLO II en la caida del muro, o LECH WALESA que pone al papa polaco como artífice principal de la caída del muro.
El progresismo «post marxista» no traga que sea un católico polaco el que haya supuesto la caída del muro y el derrumbe del marxismo leninista. Ver para creer. Aconsejo a mis lectores que profundicen en este tema y busquen las declaraciones de GORBACHOV con motivo del XX aniversario de la caída del muro donde también WALESA estuvo también presente. Sólo algunas agencias recogieron sus testimonios. La «prensa» oficial silencio -como es habitual- las declaraciones de los protagonistas de la caída del comunismo.
Aqui y ahora quiero decir que sin JUAN PABLO II la caída del muro y el derrumbe del comunismo habría sido distinta, sino imposible. Acabo con una cita de WEIGEL -biógrafo del papa polaco- “cuando Juan Pablo II besó el suelo del aeropuerto de Varsovia el 2 de junio de 1979, se inició el proceso por el cual tocaría a su fin el comunismo en Polonia y, finalmente, en todas partes” (WEIGEL p. 187). Si no se esrta de acuerdo, por favor, pregunten a GORBACHOV. Lean -y en su caso- investigen.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.