Según el tópico el PP es un buen gestor y el PSOE ejecuta mejor las políticas sociales. Sin perjuicio de que los tópicos son eso, tópicos, dedico estas líneas a analizar los dos citados.
El PSOE mantiene la fama de propiciar «políticas sociales». Esto significa que el PSOE esta -valgase la expresión- «especializado en distribuir los dineros»: de los ricos obtiene unos buenos euros y los distribuye entre los más pobres y desheredados de los españoles. Detrás de ello: una visión determinada de la cohesión social y de la justicia social sin duda encomiable.
Al PP según parece -siempre tirando de tópico- lo que le preocupa es que «la cosa» funcione; que el aparato vaya bien; que la máquina produzca. Se trata de generar riqueza: repartirla ya la repartirá el mercado y este creara riqueza -desigual- para muchos, muchísimos ciudadanos . También es encomiable.
Obviamente los dos asertos no son ciertos, son caricaturas -necesarias en el mundo de la comunicación política- de las líneas ideológicas de los dos partidos. No son ciertas, pues el PSOE se preocupa de las empresas y el PP de lo más desfavorecidos. Sin embargo, dicho esto cabe dar algún paso más. Este paso no es otro que observar como las dos políticas sociales y económicas se han comportado en nuestro país después de más de 30 años. Las políticas socialistas han traído una gran deuda, un gran despilfarro y un gran descontrol de las magnitudes economicas que a la larga se han traducido en la peor crisis económica de la democracia. La aplicación de estas políticas economicas socialistas han agudizado una crisis de la que nos va a costar mucho salir. En cambio las políticas sociales y economicas que el PP ha ejecutado durante los años 1996-2004 han demostrado -en términos generales- ser mucho más eficaces y generadoras de bienestar.
Ahora RUBALCABA intentará demostrar que es un hombre pragmático y que los garbanzos son lo primero. No basta. El ejemplo de las políticas socialistas ha sido nefasto. El error esta en las ideas que hay detrás de los políticos socialistas. El error consiste en no centrarse en ser buenos gestores y -llena la caja- dedicarse a repartir. El PSOE ha dilapidado la herencia que el PP le dejó el año 2004. La caja estaba llena; la deuda pública era moderada y el presupuesto estaba equilibrado y con superávit. En siete años la caja esta vacía de dinero y llena de facturas por pagar; la deuda es monstruosa y los presupuestos generan un déficit millonario cada años. !Ver para creer!
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.