Los naranjos en ciertas épocas y bajo húmedas condiciones se vuelven tristes. Sus hojas se empiezan a arrugar, se encorvan sobro sí mismas, y la flor pierde brillo. Empieza la tristeza que puede acabar con la vida del naranjo. En nuestra España democrática estamos empezando a presentar síntomas de tristeza. Seguir leyendo