Dos personajes, dos estilos, dos visiones de la vida y del mundo. Mou desafiante, arrogante y siempre echando balones fuera. Los árbitros, el césped, jugar con diez, la conjura internacional, la conjunción de los astros… Todo menos reconocer que planteo el partido como siempre y Guardiola se limitó a esperarle. Seguir leyendo