Cataluña vive desde el año 2003 inmersa en una huida hacia delante. Este proceso político se inicio en 1999 hacia el final de la era Pujol pero se dejo sentir en 2003. Un inconsciente Maragall, arrastrado por una Esquerra Republicana alocada, impulso al famoso tripartito a la aprobación de l’Estatut. No teníamos bastante borrachera que se nos inundo de gasto y deuda a partir de 2003. Ya arruinados pero sin saberlo, se inicia la huida hacia adelante para pedir el pacto fiscal a partir de 2010. Duro poco la petición.
El mesianismo se apodero de nosotros a partir del año 2010 y fuimos “liderados” por Artur Mas hacia la independencia. Agarro CiU con 62 diputados en 2010 y abochorno en 2012 con 50 escaños después de un sonoro batacazo que -curiosamente- no tuvo consecuencia alguna interna. Hoy las encuestas le dan 35. Encima y por si fuera poco, Unió -su novia de toda la vida- aparece desangelada –nunca mejor dicho- y busca una plataforma o algo parecido para salvar los restos del naufragio.
La astucia de Mas es –en efecto- legendaria. Después de jugársela a Rajoy y a todos nosotros con el invento de una consulta-encuesta el 9-N nos dejo a todos descolocados. También a su partido que aún no ha digerido la ocurrencia.
En la paranoia siguiente, Mas –el astuto- pretende lanzar una especie de plataforma de corte presidencial y con una lista unitaria donde amalgamar los más granado y furibundo de la sociedad civil. A partir de la victoria total de esa lista entraremos en una nueva etapa celestial. El nirvana se apoderará de nuestros cuerpos y pariremos una Constitución que nos hará libres y ricos para siempre. Sobre todo ricos, muy ricos pues ya no tendremos el expolio de los españoles.
Al astuto Mas se le esta viendo la piel de lobo. ¡Que todo cambie para quedar como esta! La lista unitaria de Mas no guste a nadie. A los suyos, por qué en un alarde de astucia no les consultó. A ERC, por qué ven que la lista única les deja sin discurso y sin escaños. Al Gobierno central, no le gusta lo de la Constitución catalana. A Unió, por qué se ve fuera. Al PSC, no le gusta por qué ya esta bastante desubicado como para reubicarse. En fin, esto esta encallado.
Tanta astucia me tiene desconcertado. Sin duda, existen inteligencias superiores que nos gobiernan pero a la vez nos descolocan y -humildemente- pienso que van a la suya, no a la «nuestra». Los de a pie nos preguntarnos como Lara, oiga, ¿qué hay de lo mío? Contestan desde otro lado:
– Usted calle y vuelva mañana.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.