Lo ocurrido con el Director del FMI es digno de comentario. 62 años, economista y presidenciable socialista de la Républica Francesa. Todo se ha venido abajo por una -al parecer- obsesión por el sexo. El relato es cutre y sorprendente. La narración -según la prensa- de lo sucedido en un hotel neyorkino de alto copete es absolutamente indecente. El director del FMI acosó a una persona del «staff» del hotel de una forma burda e indigna. Huye y en el avión es detenido y acusado de un montón de delitos sexuales. Acaba en la cárcel. De una suite de casi 600 Dólares al dia a una celda de 3×4. Inaudito.
¿Una conspiración? No sé. Lo que veo es un pobre hombre atado a su obsesión que le ha llevado a la perdición y a la cárcel. Queda la presunción de inocencia pero lo hechos en este caso parecen testarudos.
Ha sido la sociedad americana -la democracia por exelencia- la que ha encarcelado la carrera de Strauss-Khan. Realmente triste. Una sociedad que se la ha tachado de puritana y conservadora frente a la liberal Francia. Europa calla y se siente avergonzada por estos comportamientos. Por cierto, muy bien por la ministra Salgado en su reacción.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.