Siempre me ha disgustado el monopolio de la izquierda sobre los derechos sociales. Parece que si uno es de derecha o de centro derecha ha de mostrarse como un capitalista con puro y vitola. Nada más alejado de la realidad. La izquierda ha condenado al paro a millones de españoles y les ha congelado la pensión. Los funcionarios han visto su sueldo rebajado mientras los políticos socialistas -junto con algunos populares incomprensiblemente- van en bussines y coche oficial. Es lo del evangelio: buscan las primeras filas.
El ocuparse de lo más desfvorecidos no es un «privilegio» de la izquierda ni de los progresistas. Es el privilegio de los que aman de verdad a sus semejante y luchan para que tengan una vida mejor. La izquierda muestra su prepotencia y su hipocresia con el discurso de los derechos sociales. ¿Hasta cuándo engañaran a los suyos? Probablemente hasta dentro de poco.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.