En la foto Micheline Calmy-Rey, Hans-Rudolf Merz et Eveline Widmer-Schlumpf comentan los detalles del acuerdo centre los Estados Unidos, y UBS. Los detalles son confidenciales.
El 19 de Agosto el Gobierno de los Estados Unidos y UBS firmaron un acuerdo sobre la remisión de información por parte del Banco al Gobierno americano. Este ha accedido ha dar información sobre 4.450 cuentas bancarias clientes. La acusación -basada en le fraude fiscal- ha llegado a un acuerdo con el Banco, y los datos llegaran voluntariamente, y no por ejecución internacional. el Gobierno USA solicitó 52.000 nombres, y el acuerdo facilita ahora 4.450, y puede llegar hasta 10.000.
Después de los atentados del 11 de Septiembre las reglas sobre el secreto bancario han variado en todo el mundo. No sólo se trata de luchar contra los paraisos fiscales por el mero encubrir a posibles defraudadores fiscales. Sin duda esto plantea problemas de toda índole. Lo que se pretende es que se conozca quién esta detrás de las grandes fortunas internacionales. Lz razón no es sólo fiscal, sino sobre todo evitar el blanqueo de capitales, y -en definitiva- desemmascarar las tapaderas intrenacioneles del crimen organizado, incluido el terrorismo internacional.
Aunque el proceso USA vs USB tiene por objeto el fraude fiscal, no escapa a nadie que el banco suizo, ex número 1, es la institución que gestiona el mayor número de fortunas privadas. Por esta razón el Gobierno americano habla de éxito en las negociaciones. Particularmente, el hecho más llamativo -y que dice mucho del sistema legal de los Estados Unidos, es la negociación en si, entre un Estado soberano, y en cima qué Estado, y un Banco aunque sea USB.
El acuerdo con el USB ha planteado la pregunta si estamos ante el fin del secreto bancario en suiza, o por el contrario el secerto bancario prevacelerá. En mi opinión, desde que el Gobierno de los USA ha empezado a poner en marcha los mecanismos para el control de las grandes fortunas, y la lucha contra el blanqueo de capitales, el secerto bancario ya no tiene la solvencia de los tiempos pasados. sin embargo, pensar que va a desaparecer es creer en los cuentos de hadas.
Pienso que esta «guerra» contra el crimen organizado, y el fraude fiscal es muy difícil pero hay que librar las batallas necesarias, y luchar con efectividad. ¿Se ganará la guerra? A corto plazo es difícil, pero mientras existan riegos sobre la seguridad internacional el secreto bancario siempre estará hostigado.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.