Este verano una de las polémicas sociales que han llenado la prensa catalana ha sido la «imagen» de Barcelona convertida en una playa toda ella. La Vanguardia lanza su encuesta y el 78 % prohibiría ir por la calle semidesnudo. Yo estoy dentro del 78 %.
Hay que cohonestar libertad, de todos, buen gusto e imagen pública. En materia de libertad hay que reconocer que uno puede ir desnudo por su casa, pero por la calle su imagen coarta la libertad de otras personas que no les gusta ver torsos desnudos, o simplemente no les parece apropiado. La civilización y nuestra cultura da derechos a los ciudadanos, como la selva da derechos a los bosquimanos. !Pero aquí no estamos en Africa!
Otro tema es la imegen pública de Catalunya, y de Barcelona en particular. Catalunya región turística donde las haya ha vendido siempre imagen. No se avienen ciertas indumentarias y ciertas actitudes con la imagen de calidad y excelencia que Barcelona pretende dar. No me imagino en bañador por el hall del Hotel Gran Marina.
Las quejas de los comercios y las entidades sociales sobre la cutrez vestimentaria en Barcelona ha caído en saco roto. ¿Por qué? Pues porque el consistorio barcelonés esta preso de su propia modernez. La publicidad oficial del Ayuntamiento que el año 2005 circuló y en donde se animaba a ir desnudo por la calle era muy «progre», pero fue innecesaria, y nos ha degradado como ciudad. De esas lluvias vienen esos lodos. !Así andamos con título de ser la capital europea de lo cutre!

Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.
Toni,
Avui, i sense que serveixi de precedent, cent per cent d’acord.
Enhorabona, i fins la propera coincidència.