La jornada de huelga del pasado 29 de Marzo en Barcelona puede ser considerada un éxito, un fracaso o ni una cosa ni otra. Esta nota no va de posicionarse sobre ello. Me llama la atención las actitudes posteriores frente a la violencia radical en las calles de Barcelona. Y la atención está en la falta de condena de los propios convocantes y de los partidos que los han seguido.
No es de extrañar el silencio cómplice. La actitud de PSC, ICV , IU, EUA y ERC no tiene más explicación que el silencio que otorga. Es difícil construir una sociedad justa y en paz cuando nuestros responsables no condenan con firmeza unos actos que han supuesto un mazazo para España, Cataluña y Barcelona en particular.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.