Si dicen que los catalanes nos sentimos agraviados, no generalicen por favor.

reforma constituciónLa reforma de la Constitución a propósito de lograr al deficit «cero» ha tenido diversas lecturas para CiU. Primero, que esto iba contra el autorgobierno (Homs); después, Mas Cullell que la reforma ha de aprobarse por el Parlament de Cataluña y añade, que es donde reside la soberanía; ahora, Durán que pone condiciones y se lamenta. Las condiciones es que se aproveche la ley orgánica de desarrollo para dejar el déficit entre Comunidades al 4 % (el famoso déficit fiscal) y el lamento: no han contado con nostros se ha roto el consenso constitucional.

No creo que el consenso constitucional se haya roto. En efecto, en la confección de la CE estuvieron presentes todos los grupos parlamentarios mediante una comisión parlamentaria creada para ello. Los llamados «padres constitucionales». Pero ahora no hablamos de hacer una nueva constitución. Se trata de reformar el artículo 135 de la CE y fijar un límite al gasto. La propuesta a 2020 es que este límite no exceda del 0,40 % del PIB de todo el Estado. Nada más, ni tampoco menos. El hecho de ponerse de acuerdo PP y PSOE en este tema no rompe ningún consenso. Además CiU puede sumarse. Por otro lado, la futura ley orgánica regulará los detalles y tendrá tramitación parlamentaria.

Sin embargo, es sabido que CiU adopta el tono quejumbroso, de agravio, que Pujol escenificaba a la perfección, para perseguir el auténtico objetivo:  creación de una imagen de ser  España -esos del Estado- la agresora de Cataluña. Llegan las elecciones generales y hay que votar para elegir un Congreso de Diputados. CiU sigue la táctica -es más estratégia ya que táctica- de la agresión: así su votante inclina su sentimiento hacia CiU para que «los catalanes» seamos fuertes en Madrid y resistamos el «expolio». Siempre es lo mismo. Hay variantes, como ir al Notario, apoyar a Aznar pero no entrar en el Gobierno, apoyar a Zapatero pero quejarse de los agravios de este con el Estatut. En fin, la tesis de siempre: somos maltratados por esta España que no nos quiere, a pesar de que nosotros -los catalanes- contribuimos de forma responsable a apoyar cuando hay problemas. Señores de CiU ahora tienen una oportunidad con esta reforma tan necesaria y pedida por la U.E de apoyar: sean responsables. ¿Por qué ahora ya se agotó la responsabilidad?

Pues bien, esto es el camemo de siempre. Primero, por que CiU no son los catalanes: tienen 1o diputados,  el PSC !25! y el PP 8. CiU representa a unos votantes y es el partido que gobierna en Cataluña pero no es Cataluña. Segundo, por que  muchos catalanes no nos sentimos «maltratados» ni por el Estado Español, ni por los españoles. Tercero, por que confundir los interes particulares -legítimos pero particulares- de una partido político como CiU con los intereses de Cataluña, la voz de Cataluña o el sentimiento de ser catalán, es pasar por encima  de todos los catalanes. Es tremendamente injusto que nos «roben» nuestros sentimientos unas siglas.  No lo deberían hacer más. Deberían ser más prudentes y hablar en su nombre no en el nombre de los catalanes.

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