La emisión del voto –expresión de la democracia real- es un tema serio. Hemos tenido dos ejemplos muy elocuentes. El más singular –por llamarlo de algún modo- el de Girona. Una estampa de San Josemaría Escrivá para más señas Fundador del Opus Dei introducida en el sobre y junto a la papela de ERC en Girona capital ha dejado fuera –nada más y nada menos- a los republicanos del Ayuntamiento. Es aquello de: ¿me lo dice o me lo cuenta? Pues lo explico. Realmente inaudito. Es sencillamente inexplicable. ¿Qué habrá movido al elector a semejante acción? ¿Cómo es posible que esa singular papeleta decida el ser o no ser de ERC en el municipio de Girona? Podemos concluir, son cosas de la democracia…
El caso de Barcelona es algo distinto. Digamos entra dentro de lo normal. El auto del TSJC por el que se admitían ciertas papeletas como válidas previa su anulación por parte de la Junta Electoral de Zona y de la Central tiene más enjundia. La casuística es enorme: Alicia te quiero anula la papeleta, pero marcarla con un punto o una cruz no. Entre una y otra mil supuestos.
En un tema tan importante la ley debería ser más clara y más específica: estamos hablando de la expresión de la soberanía popular, poca broma.
Enhorabuena Alberto por tu lucha. Veremos como acaba pero la victoria moral es tuya.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.