Se repite la historia. Llegan las elecciones al parlamento europeo. El PSOE intuye una derrota, y trata de evitarla, o al menos, minimizarla. Entonces acude a los tópicos de siempre: la derechona; la corrupción; la guerra de Irak; la Iglesia Católica identificada con el PP; el cambio climático, y el “doberman” que saldrá un día de estos.
Meterse con el Papa sale gratis. Unas pocas protestas formales, pero no creo que el Vaticano nos decrete un embargo. Tampoco que retire el embajador. El motivo es lo de menos pues las declaraciones de Benedicto XVI hablan de que los preservativos no sirven como medida exclusiva para combatir el Sida. Estas declaraciones las comparten muchos católicos, como es mi caso, otros no católicos, y hasta jefes de Gobierno africanos. Es una excusa para crispar el ámbiente, y azuzar a unos cuantos.
El desatino es total, y el ridículo de las dos diputadas que votaron a favor de la tramitación roza el esperpento.
Recomiendo que se lea lo que ha dicho el papa en África, y así cada uno se forma su opinión
Pregunta: Santidad, entre los muchos males que afligen a África, está en particular el de la difusión del Sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra él es considerada a menudo no realista ni eficaz. ¿Usted afrontará este tema, durante el viaje? Querido Santo Padre, ¿le sería posible responder en francés a esta pregunta?
Papa: Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el Sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida, en los Camilos, en todas las monjas que están a disposición de los enfermos… Diría que no se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble empeño: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humano que traiga consigo una nueva forma de comportarse uno con el otro, y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo hacia las personas que sufren, la disponibilidad incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por tanto, diría, esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fuerza espiritual y humana para un comportamiento justo hacia el propio cuerpo y hacia el prójimo, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer en los momentos de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y que la Iglesia hace esto y ofrece así una contribución grandísima e importante. Agradecemos a todos los que lo hacen.
link de zenti (agencia oficiosa del Vaticano): http://www.zenit.org/article-30567?l=spanish
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.
¡Viva Ratzinger!, con perdón.
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Absolutamente de acuerdo con lo que se comenta en la noticia, Toni!!!!!!!
Me preocupa que 4 sinsorgas puedan con la libertad de expresión de nada más y nada menos de S.S. Benedicto XVI, papa de 1.000 millones de católicos en todo el mundo. ¿Qué tal si hacen lo mismo con algún lider religioso musulman?.
Por cierto el acabose ¿qué me dices de la pildora del día después? realmente están desesperados los de la izda. por conseguir votos de quien sea y cómo sea, el fin justifica los medios, !sí señor¡ a lo Maquiavelo.
maria D.
Lee el post de hoy y verás que opino.