Hace ya muchos años que el ascensor educativo no funciona en España. La educación pública en el conjunto de España y en Cataluña ofrece resultados más bien penosos. Los gobiernos de izquierdas en vez de fijarse en los modelos que funcionan –escuelas privadas y concertadas- se empeñan en empeorar el desastre de la escuela pública –poniendo más énfasis en el adoctrinamiento político que en enseñar- y en extender el desastre de la escuela pública a las escuelas concertadas. Las soluciones que proponen en el proyecto Maragall para la escuela pública son más burocracia, y dar falsa autonomia al centro.
Un ejemplo lo tenemos en el tema de la integración de los inmigrantes en las escuelas. Hemos permitido que entren sin ningún control y les damos todos los derechos sin pensarnos a mirar si hay recursos para atenderlos como personas. Cuando las escuelas públicas se colapsan –porque lo progre es lanzar a los alumnos de la inmigración al sistema educativo sin una atención adecuada- la izquierda en vez de dar más medios a la escuela pública decide que lo que hay que hacer es extender el problema a la escuela concertada –a la que, por otro lado, la asfixia con unas subvenciones insuficientes para cubrir el coste de la educación-. El Tribunal Supremo puede haber salvado, por el momento, la cara al Gobierno socialista, pero lo que no puede salvar es el hundimiento de los resultados de la escuela pública. Y eso, quienes lo pagan, son precisamente los hijos de las familias más modestas de nuestro país. Esa es la cara oculta del progresismo educativo que nos venden como la panacea de la justicia social.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.
Toni:
buen artículo, adjunto te dejo el link del que he publciado yo en el Capgros de Mataró.
http://www.capgros.com/opinio/detall.asp?id=3066&tipus=1
un saludo,
Los españoles pagamos impuestos al gobierno para que las nuevas generaciones se formen y no se pierda ni un solo talento por falta de recursos, no para que utilicen ese dinero para hacer experimentos sociológicos con nuestros hijos que, por otro lado, no hacen con sus propios hijos.
Catalunya se esta utilizando como una base de ingenería social, y asi vamos como los cangrejos.
Gracias Elisabeth por tus aportaciones.