Siempre me ha gustado Eduardo Mendoza. «El negociado del yin y el yang» forma parte de la trilogía «las tres leyes del movimiento». Es la segunda entrega de una serie de intriga. El protagonista Rufo Batalla se ve envuelto en una aventura que le lleva a un viaje por Japón, Tailandia -Pattaya-. En Ju-Ju Island con Tuam Patam. Una trama interesante alrededor de el protagonista con la España de la transición de fondo.
Como telón de fondo la muerte de Franco en 1975 y el inicio de una nueva época en España. Mendoza alterna la descripción narrativa y los diálogos junto con una trama bien urdida.
La descripción de los personajes es precisa y pretende ser objetivo pues el protagonista de la serie Rufo Batalla se presenta como una persona seria, culta y con un sentido ético de la vida muy notable. Un funcionario en Nueva York hasta que decide volver a España pero sin una ruta clara. Es la vuelta la que se convierte en una aventura. Se van sucediendo los personajes. El conde Tukkulo, Bobbi para los amigos; Mónica, la primera de las mujeres en quienes Rufo se fija; El Sr, Melgares, extraño personaje; la japonesa Norito con quién también se enamora; la extraña madame Kwank.
Después de un viaje x extremo oriente vuelve, de forma un tanto abrupto, a la Barcelona de finales de 1975. No sólo ha muerto Franco, Rufo ha heredado de su padre. Mendoza describe la situación tras la dictadura.
Llama la atención la pulcritud y exactitud de las descripciones: una habitación, una situación. Remarcable -x ejemplo- la descripción de Alemania y de los alemanes.
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Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.