¿Una conspiración? No sé. Lo que veo es un pobre hombre atado a su obsesión que le ha llevado a la perdición y a la cárcel. Queda la presunción de inocencia pero lo hechos en este caso parecen testarudos.
Ha sido la sociedad americana -la democracia por exelencia- la que ha encarcelado la carrera de Strauss-Khan. Realmente triste. Una sociedad que se la ha tachado de puritana y conservadora frente a la liberal Francia. Europa calla y se siente avergonzada por estos comportamientos. Por cierto, muy bien por la ministra Salgado en su reacción.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.