Un partido político tiene la obligación de llevar a término sus propuestas electorales en el momento que consigue el mandato de los ciudadanos, siempre de la forma más ordenada y con la menor tensión posible, pero teniendo clara su obligación de cumplir las promesas electorales.
Muchas veces desde los partidos de centro derecha y liberales tenemos un pudor e incluso temor a llevar a término esas promesas o la defensa de nuestro ideario por la tensión social que se alimenta desde los partidos de izquierdas.
Es interesante recordar que esa situación está bien estudiada por los partidos de izquierdas y no es fruto del azar si no que tiene su origen en un método preestablecido, recordemos las ideas de un pensador izquierdista como Lanski:
Un gobierno socialista tomaría amplios poderes y legislaría bajo ellos por ordenes y decretos y tenderá a suspender las formulas clásicas de oposición normal, pues aún más la continuación del régimen parlamentario dependería de que la izquierda recibiese de la oposición conservadora garantías de no eliminar por derogación su labor legislativa en el caso de su victoria en las urnas.
Esta lección está bien aprendida por el socialismo español por cuanto, dentro de sus posibilidades, es evidente su intento por cualquier medio tolerable, aún al límite de la legalidad, de eliminar a la oposición Popular; así mismo es notorio su chantaje donde gobierna la derecha para evitar la eliminación de sus políticas más allá del resultado de las urnas.
Ante esta lección bien aprendida del socialismo español no hemos de caer en el chantaje, por cuanto renunciaremos a lo que somos a cambio de perjudicar cada vez más nuestra propia posición, como ocurre en cualquier chantaje.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.
El PSOE renunció al marxismo formalmente, no en la práctica. Al fin y al cabo, ¿Qué sino el marxismo? Un metódo para la praxis. La ideología para ellos es el cemento que sustenta toda estructura social, en parte es cierto, pero llevado a sus últimas consecuencias, significa ingerencia en la vida individual de las personas, en la unicidad de pensamiento.
Los marxistas siempre han utilizado el conocimiento como un medio de alcanzar el poder, el substrato marxista está presente en el PSOE.
Un partido marxista, aunque no lo sea formalmente, por ese substrato ideológico, sustenta su praxis en la toma del poder, al precio que sea, con las alianzas más variadas y más convenientes a sus intereses.
El sentido patriotico queda en un último término, siempre estarán dispuestos a ostentar el poder, aunque sea aliándose con fuerzas independentistas, como sucede en Cataluña.
De hecho, ni Marx, ni Lenin, ni nadie de los pensadores marxistas fue capaz de elaborar una filosofía estructurada, donde se tocaran todos y cada uno de los aspectos del ser humano. El marxismo es filosóficamente pobre ¿Por qué? Porque, como he dicho, es todo un compendio de escritos en función de las circunstancias, dirigidos a que una élite revolucionaria tome el poder, mediante la manipulación de las masas.
Tu que me conoces, y sabes que provengo de la izquierda, no de ahora, sino de tiempos anteriores, te diré que todo el que ha pasado por el marxismo y ha sido capaz de evolucionar hacia posiciones denocráticas, lo es por la pobreza de sus ideas respecto al ser humano.
Cuando uno desarrolla sus propias fuerzas, inevitablemente el izquierdismo le viene pequeño y ello es debido a su pobreza filosófica, el marxismo no da respuesta al ser humano como tal, como ser individual, sino como colectivo, que es lo que le interesa.
Es la falta de una teoría ontológica, que te de respuestas a ti mismo, que te ayude a pensar en ti mismo, lo que te acaba hastiando y busques nuevos caminos y fuerzas, que te ayuden a comprender más la vida. La falta de una ética, el marxismo va directamente a la creación de una moral socialista, desindividualizadora, con total falta de contenido, únicamente dirigida al colectivo, al adocenamiento de las masas.
Pues eso siginifica izquierdismo-marxismo, monopolización del poder, el poder por encima de los inetreses patrios, las alianzas coyunturales para conseguir ese poder. Sus contradicciones internas, porque esas luchas las reproducen en todos y cada uno de los ámbitos donde existe un reyezuelo marxista.
Veremos si Patxi López, es capaz de anteponer los intereses del País vasco como parte de España, a los de su partido. La duda está en el aire. A Zapatero, le hubiera venido bien otra cosa, ahora se ve compelido a pactar con nosotros y nosotros estamos en situación de imponer condiciones, veremos lo que sucede. ¿Puentearán a Patxi López, como ZP hizo con Montilla? El PSC es un partido con autonomía propia, la venganza de Montilla fue clara y negativa para los catalanes.
Se me olvidaba, exactamente, nosotros no debemos perder nuestras esencias, ni ceder al chantaje, es vital.
La derecha no tiene que ceder, tiene que mantener sus ideas pese a quién pese ¡faltaría más!. Tenemos que defender nuestros valores, nuestros principios y dejarnos de medias verdades que sólo sirven para confundir o dejar de votar en este caso a la derecha.
No tengamos complejos, dejémonos de chantajes y luchemos contra todo el mal que está haciendo el socialismo en España antes de que sea demasiado tarde.
La situación, depues del 1º de Marzo, se esta poniendo muy interesante en España. El País Vasco es una signatura pendiente, y supone que PP y PSOE sean no sólo responsables, sino muy responsables. Pero pactar significa ceder, y conceder. Va así. Espermos que exista un buen acuerdo dónde España este presente. Sobre el marxismo al PSOE le sigue quedando el aspecto más rancio del marxismo: el amterialismo histórico. En el fondo, la división entre buenos, de izquierda progres, y pobres, y malos, de derecha, retrogrados y ricos. Esto en la España actual simplemente ya no sea aguanta. el problema es que siguen con unos esquemas que para el mundo civilizado y altamente tecnificado ya no funcionan. Un saludo Victor.
En ello estamos Maite, un saludo.