Apunte histórico sobre la derecha y la izquierda catalanista (suite I)

CagalanismeLa Revolución  francesa (1789) supone para España la entrada del liberalismo y el inicio del constitucionalismo (Cadiz, 1812). España no se convierte en un Republica a diferencia de Francia sino que mantiene la monarquía en tensión con los republicanos y con el carlismo. En el siglo XIX los liberales son revolucionarios y progresistas, hoy serían denominados de izquierdas. Conservadores, carlistas, monárquicos y tradicionalistas conforman la derecha española. Todos estos grupos sociales heterogéneos se apoyan en la religión católica, en la monarquía y en las tradiciones. Este esquema es predicable a Cataluña hasta mediados del siglo XIX. La «Renaixença» (los renacidos Jocs Florals datan de 1859) es inicialmente un movimiento cultural que pronto pasa a ser político y que supone una modificación al esquema liberal / conservador imperante en España.

Los liberales (izquierda)  del siglo XIX defienden en España la separación Iglesia-Estado, la unidad de la Nación y la monarquía (los moderados). Pero hay varias corrientes del liberalismo español que son republicanas. Entre ellas están RUIZ ZORRILLA (intransigentes), PI I MARGALL (federalista), CASTELAR (pactista) y SALMERON (unitaros).  En Cataluña ALMIRALL es el máximo exponente del republicanismo federalista si bien después de la I Républica se transforma en catalanista (Lo catalanisme, 1886).

En sus inicios (1850/1869) el catalanismo político (no el cultural) fué de izquierdas, republicano y federal. Jamás separatista. El modelo americano y suizo de unión federal influyó (JOSE MARIA ORENSE, conferencia en el Liceu Barceloní 1865) mucho en los pensadores catalanes de mediados del siglo XIX. La derecha catalana se nutria del carlismo ideológico con su famoso Dios, Patria y Fueros. La derecha catalana era regionalista y fiel al Derecho Catalán, la lengua y las costumbres catalanas.

A inicios del siglo XX el catalanismo político se divide en dos: el de izquierdas, republicano y  federal que da lugar a una serie de partidos que cristalizan en la II Republica en Esquerra Republicana de Cataluña (1931); y los partidos de derechas, que se fusionan pronto  en la LLiga Regionalista (1901) de Prat y Cambó  para seguir un rumbo distinto en la II República.

Por lo tanto, el siglo XIX inicia el catalanismo político que pronto coge dos vertientes claras tanto en los aspectos culturales, como sociales y políticos.  Una de izquierdas, republicana, federal y social. Otra los hombres de la Lliga. La derecha catalana de la Lliga es regionalisma -hoy diriamos  autonomista- y participa en el proyecto común de España desde los Ministerios en Madrid así como desde la aportación de capitales para las grandes empresas españolas. La visión politica de CAMBO es: una Cataluña grande dentro de una España grande.

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