El blog de Toni Bosch

APROBAR EDUCACIÓN

Nuestro sistema educativo es como una bomba que estalla ante la impasibilidad de casi todos.
Nuestro sistema educativo es como una bomba que estalla ante la impasibilidad de casi todos.

Estos días se discute cómo queremos que sea la escuela, no os repetiré argumentos ya publicados en este Bloc y en otros medios de cómo y porque la Ley Maragall aboca la educación al desastre, o del planteamiento que hace el PPC que como sabéis no se ha limitado a unas enmiendas si no a generar un nuevo articulado para la ley.

 

Hoy no quiero entrar en la discusión de si queremos una escuela catalana laica o religiosa, pública o privada, laxa o estricta, participativa o jerarquizada, ni en los pros y contras de cada una de esas posibilidades.

 

Solamente os plantearé dos objetivos que seguro compartiréis, yo quiero una escuela Gratuita y de Calidad; para llegar ha eso todos tendremos que estar incluidos, todas las sensibilidades, y todas las perspectivas. Porque una ley de educación no se puede hacer contra nadie como la que nos presenta el PSOE se ha de hacer a favor de todos como la que presenta el PPC.

 

Porque sin una educación de Calidad nos jugamos el futuro de nuestra sociedad, y la calidad pasa por el esfuerzo, el merito y el respeto a los principios plurales de pensamiento.

 

Porque sin una educación Gratuita generaremos desigualdad social para el futuro y limitaremos las oportunidades de una parte de nuestra sociedad, y si la educación no puede ser gratuita para todos, reduciremos la competencia por la calidad y penalizaremos la libertad de los padres que se ven obligados a inscribir a sus hijos en centros no elegidos por ellos, o que tienen que renunciar a centros concertados religiosos o laicos por no poder hacer frente al sobrecoste que implican por falta de financiación publica.

 

No es este un tema baladí como algunos nos quieren hacer creer para desinteresarnos, porque esta ley parece más interesada en adoctrinar a los alumnos en una cierta forma de entender el mundo, más allá de la voluntad de sus familias, que en formarlos intelectualmente.

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