Las cifras del fracaso escolar son sencillamente escalofriantes. En el caso de los chicos (ellos fracasan mucho más que ellas, tomemos nota) superó el 30 %. Es decir, lo aclaro: de cada 100 niños que empiezan, 30 no terminan. Ustedes saben el coste social, económico, y sobre todo personal que esto significa.
El Departament de Ensenyament ha preparado un proyecto de Llei de Educación moderna. Un proyecto, donde todo es lihgt. Todo, ¿realmente todo es light? –alguién preguntara Pues no. Hay partes heavys:
¿Qué es light? La autoridad del profesor, que no existe; la exigencia sobre los alumnos, que brilla por su ausencia; la libertad de los padres. ¡Qué es esto de pedir libertad –dicen los eco-socialistas- si nosotros nos ocupamos de todo! Y muchas cosas más.
¿Qué es heavy? La lengua, catalán hasta en la sopa; la inmersión lingüística, o lo tomas o lo dejas, pero no hay libertad en métodos lingüísticos; la intervención y la planificación: cada uno a la escuela que YO (en mayúscula) el Govern dicto; la zonificación, cada oveja a su corral, y no se te ocurra cambiarte de corral que me enfado –dicen los sucesores de Pablo Iglesias; el adoctrinamiento, te voy a educar como un ciudadano molde: educación en contra o sobre las conciencias de los padres.
Y muchos ejemplos, más que os iré contando.
Señores: se abre el melón de la educación light. A seguir con el molde socialista que ha cosechado todos los fracasos en la escuela. Parece que la frase sea, como más burros mejor, así no se dan cuenta, ni saben a quién votan.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.