La gran falacia de la nueva Convergència es que detrás del sueño imposible de dejar de ser españoles, detrás de su ignorancia de esa amplia Cataluña a la que no le molesta caminar con el resto de pueblos de España, no hay absolutamente nada. Les tomaron el pelo con la reforma del Estatuto y con la nueva financiación. Y les seguirán tomando el pelo mientras no llegue la generación de los herederos de los herederos de Pujol. Tiempo al tiempo.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.