Hay ateos y ateos. Los ateos de siempre, los de toda la vida, niegan la existencia de Dios. Creen que Dios no existe y punto. No es poco. Los ateos de toda la vida son ateos de razón. Junto con los ateos de siempre hoy emergen los nuevos ateos. Son ateos cabreados con los creyentes. Son ateos de corazón o sentimiento. Les parece insoportable que coexistan personas que crean en Dios. Encuentran absolutamente retrógado que alguien pueda creer que Jesus es el hijo de Dios. Estos ateos son los que «atacan» a los creyenyes. El movimiento empezó en U.K. con Richard Dawkins el nuevo ateo más famoso del mundo. Es el ateo del autobus.
Estoy muy a gusto con los nuevos ateos. No sólo creen que Dios no existe, sino que el Dios que profesamos el resto nos impode e impide ser libres, ser felices y otras muchas cosas más. Son simpáticos estos «nuevos ateos». Vuelven a plantear los problemas de siempre. Esos problemas que siempre nos planteamos y que los creyentes resolvemos gracias a la religión: ¿De dónde venimos?; ¿a dónde vamos? ¿Que papel tiene Dios en nuestras vidas? ¿Por qué actúo así? ¿Para qué hago esto o aquello? y un largo etcétera. !Gracias nuevos ateos por recordar al mundo que Dios existe!
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.