La disminución de la tasa de natalidad en Europa Occidental es un fenómeno con profundas implicaciones demográficas, económicas y sociales que merecen una reflexión. En países como España, la tasa se sitúa en un preocupante 1.1, cifra que no asegura el reemplazo generacional y que, por ende, impacta directamente en la estructura de la población a largo plazo.
Impacto Económico y Migración
Una de las consecuencias más palpables de esta baja natalidad es la necesidad de mantener el crecimiento económico y el estado del bienestar. Ante la falta de relevo generacional, las economías de Europa Occidental y Estados Unidos se ven impelidas a recurrir a la inmigración para suplir la demanda de mano de obra y sostener sus sistemas productivos y de pensiones.
Millones de personas se desplazan buscando oportunidades, lo que genera un flujo migratorio constante hacia estas regiones.
La crisis demográfica y el declive familiar
Mary Eberstadt, en su obra «Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios» , argumenta que la caída del índice de natalidad occidental ha transformado radicalmente las familias actuales y futuras. Va más allá al señalar que la candente crisis económica europea no existiría si no fuera por la subyacente crisis múltiple causada por el declive de la familia. De hecho, los costes asociados al envejecimiento de la población representan aproximadamente la mitad de la deuda pública acumulada por los países de la OCDE en los últimos veinte años.
Eberstadt subraya que el declive de la familia ejerce una mayor presión sobre los Estados del bienestar, ya que ahora hay más personas que esperan que los gobiernos realicen tareas que antes asumía la familia extensa. Esto, a su vez, genera una competencia entre el Estado del bienestar y la familia, donde el primero, al expandirse para asumir obligaciones antes familiares, mina la fuerza de la propia familia.
Fe y Familia: Una doble hélice invisible
Un punto central en el análisis de Eberstadt es la intrínseca unión entre familia y fe. Propone que «familia y fe son la invisible doble hélice de la sociedad: dos espirales que, unidas, pueden reproducirse de manera efectiva, pero en cuya fuerza y en cuyo impulso dependen la una de la otra». Esta perspectiva sugiere que el declive religioso y el declive de la familia están interconectados de manera profunda.
De hecho, los estudios indican una relación estrecha: a más Dios, más niños; a menos Dios, menos niños. Estar casado y tener hijos se asocia a un mayor grado de práctica religiosa , y la cohabitación tiene un «fuerte efecto negativo sobre la probabilidad de la práctica religiosa». Los solteros sin hijos son menos propensos a ir a la iglesia que los casados, y los casados con hijos. Eberstadt llega a una conclusión importante: la familia no es solo una consecuencia de la fe religiosa, sino que también puede ser un camino hacia ella.
Implicaciones sociales y culturales de la baja de la tasa de natalidad
La llegada de nuevas poblaciones con diferentes orígenes, religiones y costumbres enriquece el tejido social, pero también plantea desafíos en términos de integración y cohesión. En este contexto, la autora señala cómo los hogares rotos y deshilachados no solo interrumpen la transmisión del mensaje cristiano, sino que en algunos casos, «aportan el material emocional para construir toda una barrera contra la fe cristiana».
La persistencia de las enseñanzas de la Iglesia católica sobre sexualidad y familia, en una época de cambios morales, genera hostilidad y rechazo en ciertos lugares de Europa.
Mi reflexión
La tasa de natalidad es un indicador clave que nos invita a reflexionar sobre el futuro de nuestras sociedades. Las consecuencias de su declive son multifacéticas y requieren un análisis profundo que abarque desde la sostenibilidad económica hasta la reconfiguración cultural y la vitalidad de la institución familiar.
Como notario y mediador, interesado en los Medios Adecuados para la Solución de Conflictos (MASC), considero fundamental abordar estos temas con una perspectiva amplia, buscando siempre soluciones que promuevan la convivencia, el bienestar social y la resiliencia de nuestras estructuras fundamentales.

Antonio Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario. Especialista en herencias, conciliación notarial, servicios notariales del área inmobiliaria y área internacional.