Los hogares en España cada vez con más solitarios, y cada vez tienen menos miembros. La relación entre apoyo familiar y estabilidad personal y social son evidentes. Vamos a afrontar una crisis con un menguado colchón económico, y sin colchón familiar. La soledad asoma detrás de la puerta.
Esta será la primera vez que este fenómeno tendrá unas conseciencias económicas y sociales importantes. Echaremos de menos a papá, y a mamá. También a los hermanos. En fin, echaremos de menos a mucha gente, abuelitos, abuelitas, tías y tíos. La familia es el «colchón social» por exelencia. Este colchón de plumas y muy amplio que ha sido la familia, hoy es de gomaespuma, y del tamaño de un catre. Pienso que desde hace muchos años hacen falta políticas familiares eficaces como en Francia, Suecia, Dinamarca, y otros muchos países europeos que defienden a la familia con hechos, no con palabras como hacemos aquí.
Por mi experiencia profesional puedo afirmar que se ha pasado del paternalismo, el padre compraba el «piso» al niño o a la niña cuando se casaba al, «bueno ya sois mayorcitos, a ver si os vais de casa». A lo sumo te afianzan la compra del piso, que hoy -tal y como están las cosas- no es poco.
Vamos a una sociedad de «singles». Esto puede parecer un adelanto. No lo pongo en cuestión. Pero una sociedad de «singles», de familias de dos o tres miembros, ¿garantizan una mejor cohesión social? Sin duda es una pregunta dificil de contestar. La dejo para que cada uno se la conteste. Y es que la crisis esta poniendo en tela de juicio muchos temas que para el «progresismo» imperante eran temas tabus.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.