Después de cuatro semanas encerrados ya es tiempo de sacar conclusiones:
- La situación actual de parón mundial durará hasta que algún organismo internacional informe que volver a andar por el mundo es seguro. También cuando uno o varios países saquen la bandera blanca. Dependerá de cada país.
- La vida seguirá básicamente igual, una vez perdamos conciencia de la situación que hemos vivido. No creo que llegue a pasar más de un año y nuestra vida seguirá igual. Es decir, todos nosotros viviremos como antes pero algunas costumbres cambiarán: habrá personas que no darán abrazos, ni la mano, al estornudar nos taparemos. Si se oye que viene un virus aparecerán otra vez las mascarillas y los guantes.
- Económicamente, la crisis será llevadera pues los que mandan en el mundo -USA, China, Europa y Japón por este orden-, taparán todo con dinero. Indudablemente, este dinero -que en un inicio será prestados- deberá ser pagado con crecimiento, impuestos o más déficit público.
- Políticamente, se ajustarán cuentas. Algunos perderán o ganarán elecciones por la gestión durante la crisis. Los muertos y los gráficos se pondrán encima de la mesa y unos se los echarán a la cara de los otros. Algunos aprovecharán para decir más Estado y otros para decir lo contrario.
- Mundialmente, tendremos que pedir responsabilidades. ¿No son demasiados los virus que nos llegan desde Asia? ¿Están haciendo algo mal? ¿Es un problema de higiene? ¿Es un problema de manipulación genética? El mundo exigirá que se conozca la verdad.
- Socialmente, el miedo se acrecentará. Nuestra sociedad se volverá más líquida, más insegura, más temerosa. Daremos las culpas a los otros, especialmente a los políticos que nos seguirán engañando como siempre con falsas seguridades.
- Personalmente, nuestra existencia la veremos más frágil que nunca. Un bicho minúsculo nos puede mandar a la tumba y esto es difícil de digerir. Muchos vivirán con miedo. Crecerá la Fe en Dios y los creyentes afianzarán sus creencias. Muchos se harán preguntas, ¿por qué nos pasa esto? ¿Quién envía a estos virus? Dios, el diablo…. ¿Hemos hecho algo mal y nos castigan? Estas y otras preguntas serán habituales en los corazones atribulados.
A modo de conclusión. El más perjudicado será el ser humano. Éste se verá navegando en patera en un océano encrespado y lleno de peligros. Pobre hombre, estar a merced de todo…
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.